Este clip no dejará indiferente a nadie. Tal artesanía es rara. Creo que un actor debe amar verdaderamente su oficio. Sólo la inmersión total en la imagen puede encender al espectador. Y no importa lo que tenga que hacer en el marco. Esta mujer se limita a disfrutar del momento y nunca habría adivinado que no lo hacía por el mero hecho de rodar. Me ha gustado mucho.
Se cogieron bien a la señora, nada que decir, ¡y sin ninguna preparación! ¡Y de qué servía la preparación, cuando ella misma se dolía de deseo!