Digámoslo así. Cada hombre se merece la mujer que tiene. En este caso, el marido es un holgazán. La mujer trajo al cabrón y en lugar de echar inmediatamente a la esposa y al amante de la casa, se limitó a decir unas frases de objeción que no tenían ningún peso entre esos dos. Una humillación aún mayor fue cuando, después de que su esposa había sido follada, cogieron y salpicaron de semen la cara del marido y éste volvió a dar una bofetada.
¡La morena Little Caprice es preciosa como siempre! ¡Pero podrían haber encontrado un negro con más dignidad para una chica tan guapa! Afortunadamente se mueve activamente, no dejó que se aburriera.