Qué hija más maleducada, ¡cómo se atreve a comportarse así delante de su padre! No me extraña que haya decidido castigarla y tirarle de la polla. Hay que reconocerle a esta chica que tanto su figura como su cara son bonitas, pero su comportamiento y carácter, tiene un problema. Su padre debería castigarla más a menudo.
Pues bien, cuando la rubia tuerce su culo delante de la nariz del entrenador, su reacción es predecible. Tirando de su boca hacia su pimienta y vaciando sus bolas justo en su lengua es un buen final para el entrenamiento.